Mía Niké es un wargame que se jugará principalmente con un dado de 20 caras.
¿Por qué un d20?
Como Mía Niké pretende ser un wargame realista, con un trasfondo de baja fantasía, queremos respetar las pequeñas diferencias entre armas, armaduras, etcéterea. Para ello necesitamos un dado que nos ofrece un abanico más amplio de posibilidades: si bien un Spolas y un Gambesón pueden considerarse ambos como una armadura ligera, en la práctica son muy distintos; los faldones acolchados de un Gambesón son una maravilla defensiva.
Además, lo bueno que tiene un dado de 20 caras es el hecho de que se puede desdoblar en otros tipos de dados que se pueden acomodar mejor a otras especificaciones. El dado de 6 caras sólo podía ser un d6, un d3 o un d2. Pero un dado de 20 caras puede ser: d20, d10, d5, d4 y d2.
Sin embargo, antes de que todo suene demasiado complicado, nos gusta ser prácticos. Sabemos que al pretender al realismo, todo se va a volver un poco más complejo. Intentamos suavizar las durezas de un juego realista y así sea más fácil de manejar dentro de su profundidad. Por ello, Mía Niké es un juego que, con las muy contadísimas excepciones, se juega con 1 sólo dado de 20 caras.

¿Cómo?, os preguntaréis.
Éxito Gradual
Ya que se usan d20 en Mía Niké, hemos introducido una mecánica totalmente nueva en el mundo del Wargame: el Éxito Gradual.
Debido a que Mía Niké está pensado para jugarse con 1 dado, tuvimos la idea de que, en vez de ser la tirada un «todo o nada», fuera un «todo, nada o quizás un poco».
Normalmente las tiradas en los wargames son binarias, si sacas en un dado tanto o más, es un éxito, si no, un fracaso. Aunque en algunos juegos de rol o wargames tengan mecánicas de «críticos» o «fracasos», que son lo mismo pero exagerando el resultado, en Mía Niké el Éxito Gradual consiste en dar una mayor ventana de posibilidades en la franja que hay entre el éxito y el fracaso.
En Mía Niké, en las tiradas en las que se aplica el Éxito Gradual, las acciones no se dividirán en un sí y un no, sino en un éxito absoluto, un fallo absoluto y un pequeño espacio entre ambos que determinará mayor o menor eficacia dependiendo de lo que se acerque a uno u otro.
Por ejemplo, el Éxito Gradual hace acto de presencia en el disparo, en su tirada para Acertar. Si al disparar lo que se necesita es un 14 o más para un éxito absoluto, el 13 no significará un fallo absoluto, será más bien un «algunas flechas no acertaron». El fallo absoluto no se aplicaría hasta sacar un 9 en la tirada, ya que la diferencia de 5 que hay entre el 14 y el 9 es lo suficientemente grande como para que este margen entre ambos sea gradual; de modo que, con un 10, todavía llegaría a acertar alguna solitaria flecha.
Esta mecánica nace de necesitar mayor espacio para un juego más realista, como ya hemos mencionado, sin tener que forzar a nadie el tirar 40 dados tan redondos de una. El Éxito Gradual es una respuesta a los problemas que suelen generar el lanzar tantos dados que se pierden por doquier y que luego hay que separar entre éxitos y fallos.
Un abrazo,
Erland
